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Pocas cosas tienen tanta importancia como creemos

lunes, 6 de septiembre de 2010

LA VIDA DE BRIAN Y RICKY RUBIO

Cuando escribo esto, España ha derrotado a Grecia en octavos de final del mundial de baloncesto y se enfrentará a Serbia el próximo miércoles en cuartos. Aquellos que habían perdido la fe en la selección han vuelto a creer y todos estamos pendientes de Felipe Reyes, que ha tenido que viajar de urgencia a Madrid para tratarse una lesión en el cuello. Su presencia es importantísima para lograr superar a Serbia. No hay que olvidar que fue el máximo reboteador frente a Grecia, uno de los talones de Aquiles de la selección. Uno. 
El otro ya sabemos dónde está.
 
No es la ausencia de Pau, que está disfrutando de un merecido descanso y nadie en su sano juicio podrá reprocharle nada, sino la lesión de última hora de José Calderón, el base titular de este equipo; un portento de sobriedad, control e inteligencia. Un base NBA. Scariolo dispone de Raúl López, al que tuvo que llamar sólo cinco días antes de que empezara el mundial y de Llull, que poco a poco va recuperando la forma después de su lesión, pero casi toda la responsabilidad de dirigir a este equipo ha recaído sobre Ricky Rubio, un chico de 19 años al que algunos le han puesto el apodo de "Chico maravilla".

Ricky es un jugador portentoso, extraordinario, un fenómeno, pero no es Magic Johnson. Magic fue un muchacho que llevó a su Universidad a ganar el campeonato universitario frente al equipo de otra leyenda, Larry Bird, y que en su primera temporada en la NBA ganó el anillo frente a Philadelphia; en aquellas finales, en el último partido fue él, el base, quien sustituyó a un lesionado Abdul Jabbar en el puesto de pivot y anotó 42 puntos. Fue elegido MVP de la final; nunca antes había ocurrido ni ha vuelto a suceder. Así se forja una leyenda. 

A día de hoy, estos son los fríos datos de Ricky Rubio en el mundial: 9/23 en tiros de 2; 1/13 en tiros de 3, 10/10 en tiros libres, 9 robos de balón y 10 balones perdidos, y una media de 6,2 asistencias por partido, aspecto en el que destaca. Un base que encesta 10/36 en tiros de campo y que pierde más balones que recupera, es un problema. Alterna jugadas sensacionales con fallos garrafales. Iturriaga, en la retransmisión de la Sexta dijo algo acertadísimo: "la lesión de Calderón le ha venido fatal, primero, a la selección y después, a Ricky". Yo coincido con él, está sobrepasado. No hay que olvidar que sólo tiene 19 años.

Lo curioso es que he tenido que buscar las estadísticas de Ricky en la página de la FIBA.; no he visto un mal dato sobre Ricky en la Sexta, no se habla mal de él. Únicamente Itu y Epi le dan pequeños toques de atención pero errores infantiles como dar la espalda al rival que saca de fondo sobre tu espalda para encestar una canasta fácil no fueron ni tan siquiera comentados en la retransmisión. El día de Grecia tuvo un comienzo de tercer cuarto horroroso que fue enmendado por el buen hacer de esos jugadores que han empezado a llamar "la segunda unidad"; porque aquí todo es buen rollo. Parece que tienen a Ricky entre algodones, sabedores de que buena parte de nuestras aspiraciones pasan porque su moral no acabe de romperse  Pero eso es un error; para lograr el triunfo hay que saber mirar a la derrota. Para llegar a lo más alto hay que haber descendido a los infiernos.
Están fabricando un nuevo mito y los mitos tienen que crearse solos. Y Ricky no necesita ninguna ayuda, porque talento le sobra. Lo único que le falta es experiencia y aprendizaje. Todo en la vida lleva su tiempo y debe seguir su proceso natural. Por muchas ganas que tengas de beberte la cerveza no puedes saltarte su fermentación. El caso de Ricky Rubio me recuerda enormemente al de Fernando Torres, en el Atlético de Madrid. Cuando empezó a brillar como una super estrella fue en el Liverpool, lejos de la presión mediática que se había originado aquí; una presión que lo único que logró fue crearle una enorme ansiedad cuando se enfrentaba al Real Madrid lo que provocaba que su juego brillara menos que nunca ante el eterno rival. Pero en él, los colchoneros y buena parte de la prensa veían al Mesías atlético

Y esto me lleva a una de mis películas favoritas: la vida de Brian. En los extras del dvd, los Monty Python comentan que en aquella época, en Judea se vivía una auténtica fiebre mesiánica; el pueblo judío esperaba al Mesías que los liberara y creían verlo en cualquier sitio. Es de eso de lo que se ríen en la película, no de la figura de Jesús. Y eso es lo que parece el caso de Ricky Rubio. Con una pequeña diferencia: hace 2.000 años, el pueblo judío necesitaba a alguien que los condujera a la libertad. Hoy, el baloncesto español no necesita ningún Mesías. Lo hemos ganado todo; tenemos a tres jugadores en la NBA, uno de ellos pivot titular de los Lakers, somos una superpotencia que todos temen...
El baloncesto español puede esperar a que Ricky madure. La pregunta es: ¿pueden los periodistas?

2 comentarios:

  1. Buenas!
    gran post,
    totalmente de acuerdo en tu análisis con la situación de rubio.
    Ya en el blog del palomero había soltado mi disertación sobre las rotaciones, y una era la de dejar a ricky y rudy juntos saliendo en la segunda unidad (junto tb. a Fran Vazquez)
    Pero lo cierto es que la presión mediática que los medios meten a este chaval es brutal, gran parte generada por su decisión de seguir en barcelona y no irse al madrid. Le queda mucho, indudable sobretodo en factores de lectura del juego 5x5, pero creo que todos estamos seguros que en 3 o 4 años será imparable!!! (o al menos lo esperamos)

    p.d.:felicidades por el blog

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  2. JAJAJAJAJAJA, QUE GRANDES LOS MONTY PYTHON!

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