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Pocas cosas tienen tanta importancia como creemos

lunes, 27 de septiembre de 2010

El capitán Nemo, un hospital en Gambia y un Misterio

Esta semana que comienza hoy, día 27 de septiembre, es una de las más atareadas que he tenido en mucho tiempo. Eso no es mala cosa.

El lunes, tendré la suerte de poder echar una mano a los más necesitados junto a cuatro cómicos y amigos: Agustín Jiménez, El Monaguillo, Arturo González-Campos y Salomón. Los cinco actuaremos en el Coliseo de Villaviciosa de Odón para ayudar a los organizadores de la Gambia Race a recaudar algo de dinero para mejorar las instalaciones del Hospital Royal Victoria de Banjul, capital de Gambia. El pasado viernes me llamó uno de los organizadores para decirme que no quedaban entradas. Soy afortunado; tengo un trabajo bonito.

El martes grabaré en la Joy Eslava mi octavo monólogo en Paramount Comedy: "Abajo el periscopio". En éste me centro en el mundo del cine y ofrezco mi visión particular sobre las comedias románticas, las películas de acción, las de submarinos, las de robots y las de la Guerra Civil. 


Espero que vaya muy bien pero las grabaciones siempre son un misterio. He estado todo el fin de semana  encerrado, ensayando y preparándome, como si se tratara de un combate. Tengo una enorme ilusión, porque no es un tema fácil, pero ME GUSTA esta sensación. Todos mis compañeros cómicos saben a qué me refiero: es como un escultor que ha terminado su obra y está a punto de levantar la tela que la cubre para que el público dé su veredicto. 
Grabé mi primer monólogo "Los freaks" en 2.004; parece mentira todas las cosas que he vivido gracias al humor y todas buenas. Soy afortunado: tengo un trabajo bonito.

El jueves tengo la presentación a la prensa de la nueva programación del teatro Galileo de Madrid; allí estaré con la segunda temporada de mi espectáculo "SOLO EN CASA" , a partir del viernes 8 de octubre. Espero que el público se marche al menos tan contento como en la primera. Una amiga me comentó, después de ver el espectáculo, que no sabía si lanzarme a producir algo así era una locura o la obra de un visionario. Creo que le contesté que me gustaba hacer cosas nuevas y que alguien tenía que arriesgarse. Y así lo creo. Soy afortunado: tengo un trabajo bonito.


Y el fin de semana volveré al Jarama para comentar y disfrutar de las carreras de Super camiones. Ya llevo 10 años con ello.

No sé por qué me acuerdo ahora de Andrés Montes y su "La vida puede ser maravillosa". Creo que tiene sus momentos buenos y sus momentos malos pero por nuestra naturaleza tendemos a olvidarnos de lo positivo y nos centramos en lo negativo. Algunos incluso se regodean en ello. Lo sé porque yo antes era así, pero cambié. Se puede cambiar; ya lo creo que se puede.

La vida es un misterio. Os dejo con una canción realmente idiota que habla de ello "Mistery" y con un artista que no para de sorprenderme, Hugh Laurie.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Cómo superar una entrevista de trabajo

Una persona, con una existencia laboral normal, tendrá que hacer una entrevista de trabajo unas 20 ó 30 veces a lo largo de toda su vida. (La cifra me la he inventado pero suena creíble). Los actores, cómicos y otra gente de mal vivir podemos pasar por ese trago cientos de veces; en realidad siempre que te subes a un escenario estás sometido a examen y que vuelvas depende sólo de tu éxito.

Hay muchos libros que preparan a los posibles candidatos para superar las pruebas necesarias para conseguir cualquier puesto y algunos gurús de la autoafirmación personal viven sólo de impartir cursos de ese tipo. Yo, en esas situaciones, siempre he intentado comportarme como lo que soy; cualquier otra actitud no puede llevarte demasiado lejos.
Recientemente he visto el video que UGT ha lanzado para explicar a los trabajadores los verdaderos motivos de la huelga general del próximo día 29. Creo que formaba parte de una serie de 10 capítulos pero viendo la cantidad de palos que han recibido de todo el mundo dudo que emitan alguno más. Yo no voy a ser menos: sin entrar en consideraciones políticas esDE LO MÁS MALO, PENOSO Y SIN GRACIA que he visto jamás. Aún a riesgo de equivocarme y ofender a algún compañero de profesión estoy seguro de que ningún cómico o guionista que se precie ha intervenido en la elaboración de un guión tan burdo, aburrido y soso.
Para quitarnos el mal sabor de boca, disfrutad con la visión que nos legaron los legendarios Monty Python de una entrevista de trabajo. Humor absurdo, disparatado y GRACIOSO. El próximo militante de cualquier ideología política que quiera meterse a guionista debería tenerlo en cuenta; pero eso supone documentarse.


martes, 14 de septiembre de 2010

"¿Su nombre, señor?"

Bueno, este próximo viernes vuelvo a Palma de Mallorca en un vuelo de Ryanair así que será mejor que me ría un poco para no pensar en ello.

Por circunstancias laborales estoy atravesando una fase de mi vida en la que me paso muchas horas al día escribiendo: monólogos, una novela, guiones, colaboraciones radiofónicas... Cuando te estrujas las meninges demasiado caben tres opciones; mandarlo todo al cuerno; copiarte a ti mismo confiando en que la mayoría no asocie unos trabajos con otros (opción cutre pero que, si lo pensáis bien, es muy frecuente en el panorama humorístico actual) o exprimirte los sesos un poco más para ver si puedes destilar algo de savia nueva. Por eso, cuando veo algo que me sorprende realmente, me encanta compartirlo con los demás.

Hace un par de meses ya os traje otro sketch de la pareja formada por Hugh Laurie y Stephen Fry (podéis encontrarlo en la etiqueta cómicos), que logró sorprender al mismísimo Ricardo Castella, algo que para mí es un honor. Ambos han logrado convertirse en megaestrellas (si bien Fry lo es más a nivel británico). Este video pertenece a su show para la televisión "A bit of Fry and Laurie" y hará unos 16 años que se grabó. Tranquilos, está subtitulado. DISFRUTADLO.


lunes, 6 de septiembre de 2010

LA VIDA DE BRIAN Y RICKY RUBIO

Cuando escribo esto, España ha derrotado a Grecia en octavos de final del mundial de baloncesto y se enfrentará a Serbia el próximo miércoles en cuartos. Aquellos que habían perdido la fe en la selección han vuelto a creer y todos estamos pendientes de Felipe Reyes, que ha tenido que viajar de urgencia a Madrid para tratarse una lesión en el cuello. Su presencia es importantísima para lograr superar a Serbia. No hay que olvidar que fue el máximo reboteador frente a Grecia, uno de los talones de Aquiles de la selección. Uno. 
El otro ya sabemos dónde está.
 
No es la ausencia de Pau, que está disfrutando de un merecido descanso y nadie en su sano juicio podrá reprocharle nada, sino la lesión de última hora de José Calderón, el base titular de este equipo; un portento de sobriedad, control e inteligencia. Un base NBA. Scariolo dispone de Raúl López, al que tuvo que llamar sólo cinco días antes de que empezara el mundial y de Llull, que poco a poco va recuperando la forma después de su lesión, pero casi toda la responsabilidad de dirigir a este equipo ha recaído sobre Ricky Rubio, un chico de 19 años al que algunos le han puesto el apodo de "Chico maravilla".

Ricky es un jugador portentoso, extraordinario, un fenómeno, pero no es Magic Johnson. Magic fue un muchacho que llevó a su Universidad a ganar el campeonato universitario frente al equipo de otra leyenda, Larry Bird, y que en su primera temporada en la NBA ganó el anillo frente a Philadelphia; en aquellas finales, en el último partido fue él, el base, quien sustituyó a un lesionado Abdul Jabbar en el puesto de pivot y anotó 42 puntos. Fue elegido MVP de la final; nunca antes había ocurrido ni ha vuelto a suceder. Así se forja una leyenda. 

A día de hoy, estos son los fríos datos de Ricky Rubio en el mundial: 9/23 en tiros de 2; 1/13 en tiros de 3, 10/10 en tiros libres, 9 robos de balón y 10 balones perdidos, y una media de 6,2 asistencias por partido, aspecto en el que destaca. Un base que encesta 10/36 en tiros de campo y que pierde más balones que recupera, es un problema. Alterna jugadas sensacionales con fallos garrafales. Iturriaga, en la retransmisión de la Sexta dijo algo acertadísimo: "la lesión de Calderón le ha venido fatal, primero, a la selección y después, a Ricky". Yo coincido con él, está sobrepasado. No hay que olvidar que sólo tiene 19 años.

Lo curioso es que he tenido que buscar las estadísticas de Ricky en la página de la FIBA.; no he visto un mal dato sobre Ricky en la Sexta, no se habla mal de él. Únicamente Itu y Epi le dan pequeños toques de atención pero errores infantiles como dar la espalda al rival que saca de fondo sobre tu espalda para encestar una canasta fácil no fueron ni tan siquiera comentados en la retransmisión. El día de Grecia tuvo un comienzo de tercer cuarto horroroso que fue enmendado por el buen hacer de esos jugadores que han empezado a llamar "la segunda unidad"; porque aquí todo es buen rollo. Parece que tienen a Ricky entre algodones, sabedores de que buena parte de nuestras aspiraciones pasan porque su moral no acabe de romperse  Pero eso es un error; para lograr el triunfo hay que saber mirar a la derrota. Para llegar a lo más alto hay que haber descendido a los infiernos.
Están fabricando un nuevo mito y los mitos tienen que crearse solos. Y Ricky no necesita ninguna ayuda, porque talento le sobra. Lo único que le falta es experiencia y aprendizaje. Todo en la vida lleva su tiempo y debe seguir su proceso natural. Por muchas ganas que tengas de beberte la cerveza no puedes saltarte su fermentación. El caso de Ricky Rubio me recuerda enormemente al de Fernando Torres, en el Atlético de Madrid. Cuando empezó a brillar como una super estrella fue en el Liverpool, lejos de la presión mediática que se había originado aquí; una presión que lo único que logró fue crearle una enorme ansiedad cuando se enfrentaba al Real Madrid lo que provocaba que su juego brillara menos que nunca ante el eterno rival. Pero en él, los colchoneros y buena parte de la prensa veían al Mesías atlético

Y esto me lleva a una de mis películas favoritas: la vida de Brian. En los extras del dvd, los Monty Python comentan que en aquella época, en Judea se vivía una auténtica fiebre mesiánica; el pueblo judío esperaba al Mesías que los liberara y creían verlo en cualquier sitio. Es de eso de lo que se ríen en la película, no de la figura de Jesús. Y eso es lo que parece el caso de Ricky Rubio. Con una pequeña diferencia: hace 2.000 años, el pueblo judío necesitaba a alguien que los condujera a la libertad. Hoy, el baloncesto español no necesita ningún Mesías. Lo hemos ganado todo; tenemos a tres jugadores en la NBA, uno de ellos pivot titular de los Lakers, somos una superpotencia que todos temen...
El baloncesto español puede esperar a que Ricky madure. La pregunta es: ¿pueden los periodistas?