Bienvenidos

Pocas cosas tienen tanta importancia como creemos

lunes, 21 de mayo de 2012

ETERNAMENTE AGRADECIDO, DOCTOR HOUSE

Aviso: no contiene spoilers. 

Sé que a más de uno os puede resultar exagerado el tono de esta entrada; lo entendería. Si yo leyera algo así escrito por otra persona es muy probable que pensara lo mismo. 
Hoy es lunes, 21 de mayo de 2.012. Esta noche en USA, madrugada del día 22 en España, se emitirá el último episodio de House. Fox España lo emitirá en directo con subtítulos, como ya hiciera con Perdidos, a las 6.30 de la mañana.
Para los que vais un poco rezagados con la serie, ya sea por Fox en español (aún faltan cuatro capítulos para llegar al desenlace) o a través de Cuatro (creo que las cuentas son más o menos las mismas), sólo deciros que os preparéis para lo que llega. Y hasta ahí puedo leer. 
Hoy es un día extraño; estoy superado por una mezcla de angustia y desolación. Durante 8 temporadas he sido un fiel seguidor de la serie (no me he perdido ni un solo capítulo), tengo todos los dvds , y he vivido cada final de temporada como entendía que se merecía. He discutido tramas con algunos de mis mejores amigos; las ha habido hilarantes, duras, metafísicas...  Extraordinarios guiones y magníficos actores que han dado el do de pecho a lo largo de este viaje y me han hecho reír y llorar.
Quizá no he sido del todo consciente pero House ha llegado a formar parte de mi vida de una forma que ha ido mucho más allá de un simple ritual semanal, una cita ineludible... Sus personajes han traspasado la pantalla y se han convertido en parte de mi equipaje. Sé más sobre el doctor Wilson, Foreman, House, Cuddy, Chase, 13, Taub... que sobre muchas personas reales que hay en mi vida. En momentos duros, cuando todo parecía ir cuesta arriba, he encontrado consuelo en las alocadas ideas del doctor House, en su extraordinaria amistad con el doctor Wilson y en las tramas de las personas que trabajan en el Princeton-Plainsboro porque de eso trata la serie, no de enfermedades raras. 
Como actor, admiro el trabajo de todo el reparto pero muy especialmente de Hugh Laurie y  de Robert Sean Leonard; como escritor, la maestría de sus guiones; como aficionado a la música, la calidad de su banda sonora. Ni qué decir tiene que me levantaré de madrugada para vivir ese último capítulo. Aunque, y no sé si me entenderéis, al mismo tiempo acabará de abrirse un enorme vacío en mi interior que ya ha comenzado a desgarrarse: imaginad lo que habéis sentido al acabar una novela de 1.000 páginas que os ha atrapado y cautivado durante un par de meses y multiplicad ese efecto por 20, 30 ó 50. 
Me consuela pensar que no estoy loco porque tengo a varios amigos en la misma situación. ¡Dios nos cría y nosotros nos juntamos!
Gracias a todo el equipo de House por hacernos disfrutar como nunca antes durante estas ocho magníficas temporadas. Os echaremos de menos. ¿Qué será de nosotros cuando House se haya ido? 
Y para concluir, otra nota. Ha habido varios capítulos (Tres historias, el doble capítulo del autobús, el derrumbe de la casa, el desenlace de la adicción a la vicodina, el paso por el psiquiátrico, el tribunal médico, un par de los últimos de esta temporada...) que me han hecho sentir orgulloso de que otros artistas, otros seres humanos, en definitiva, pudieran haber creado algo tan maravilloso. Y más de una vez, con lágrimas en los ojos, he pensado: algún día quiero llegar a sentirme así por mi trabajo.
Espero llegar a conseguirlo. 
Siempre nos quedará House.
GRACIAS.