Bienvenidos

Pocas cosas tienen tanta importancia como creemos

jueves, 25 de agosto de 2011

AMIGOS QUE TRIUNFAN

Disculpadme; he estado ausente de mis labores bloggeras durante más de un mes pero lo que se me antojaba un verano tranquilo se ha convertido en uno de los más ajetreados que recuerdo: bendito movimiento.
 
Muchos de mis amigos han tenido suerte y han dado saltos de calidad en sus respectivas carreras; me alegro de corazón. Quizá sea casualidad pero NINGUNA de estas personas es del tipo mezquino que está comparándose continuamente con el vecino, midiendo sus logros por los éxitos de los demás y preguntando al dios de la comedia por qué los otros sí y ellos no. No, estos amigos son de los que se centran en su trabajo y tratan de disfrutarlo al máximo y LES VAN BIEN LAS COSAS. Inevitablemente, y yo lo viví cuando recayó sobre mí la responsabilidad de presentar y dirigir Solo ante el peligro, al exponerte públicamente hay muchos fariseos que te sonríen a la cara pero a tus espaldas comienzan a engrasar sus carabinas para darte el tiro de gracia al menor síntoma de flaqueza. Porque sí, y ni estoy descubriendo nada nuevo ni es algo exclusivo de mi profesión, hay personas que se alegran de los fracasos de los demás. Es algo que me divierte porque en el pecado está su penitencia: por la misma regla, cuando los demás triunfen estos miserables TIENEN QUE SUFRIR HORRIBLEMENTE.

Que se jodan.
Tengo varios casos para elegir pero hoy voy a personalizar en un AMIGO ( y lo escribo con mayúsculas); lo era antes de triunfar, lo es ahora y lo será siempre (presiento). Es una de esas personas tocada por la gracia; parece que todo lo que hace se convierte en éxito pero la verdad es que, detrás de esa habilidad innata para pulsar la tecla adecuada, se esconden una cantidad enorme de duro trabajo y una voluntad férrea a prueba de desalientos. Hablo de Hovik Keuchkerian: boxeador, poeta, cómico y actor. Aunque no voy a repasar aquí su currículum; el que se quiera poner al día que entre en su página web, que para eso se ha gastado la pasta http://www.hovik.es/

Hovik está presentando todos los jueves en el teatro de La Chocita del Loro de Gran Vía su espectáculo Cocretas. Le va muy bien y eso le escocerá a más de uno. Os recomiendo que lo veáis; es Hovik en estado puro y eso ya es una garantía.


Es Hovik un ser especial; te das cuenta nada más conocerle. Tiene esa dualidad de los genios: tan pronto acapara toda la atención de una reunión, convirtiéndose en el epicentro de todo lo que ocurre, como se retira a un segundo plano, a la seguridad que le aporta la muralla que se ha levantado alrededor y observa desde allí, siempre con ojos inteligentes, cómo gira el mundo y se desenreda la madeja de la vida. 
He oído de él todo tipo de comentarios; es el mejor, tiene una flor en el culo, es un genio, ya pinchará, es un profeta, si no midiera 1´90 ya veríamos, está loco (para bien), está loco (para mal), eso no es comedia, me encanta, no es tan bueno... Él dice que todo eso le da igual pero supongo que es difícil abstraerse de ese ciclón que ha desatado.
Hay muchos que le hacen la pelota; y él lo sabe. No sé si ellos son conscientes de ese detalle, pero él lo sabe, ¡vaya si lo sabe! Pero les deja hacer. Porque Hovik no sólo es un tipo muy inteligente; también es muy listo. 
Otros se acercan a él, como hienas a un león, esperando que le fallen las fuerzas, no para saltarle encima porque ni en ese caso se atreverían a medirse con él, sino para observar su caída desde un puesto privilegiado. Tened cuidado porque el que compre una butaca de primera fila para ese espectáculo, de paso, puede quedarse sin cabeza.
Y por último están los ilusos, los que creen que Hovik está en deuda con ellos porque le ayudaron en sus comienzos, le dieron sus primeros bolos o le aconsejaron qué camino seguir y cómo emprenderlo.  De esto he hablado poco con él pero ambos sabemos que los hay. Cuando ofreces tu ayuda a alguien lo haces de forma desinteresada; si estás esperando cobrarte el favor, eres un mierda. 

Hovik no le debe nada a nadie; la vida está en deuda con Hovik. 

Un abrazo, hermano.