Se estrenó LA CENA DE LOS IDIOTAS, y todo salió muy bien. Allí os espero, martes y miércoles, en el teatro Infanta Isabel, sustituyendo a Josema Yuste, interpretando el papel de un tipo ruín y despreciable.
Pero hay más novedades: el próximo 1 de octubre, sábado, se levantará el telón para la tercera temporada de SOLO EN CASA en el teatro Galileo. Cambios, algún giro inesperado y más cosas que no puedo revelar en un espectáculo que me ha dado muchas alegrías.
Estoy deseando volver al que ha sido mi hogar durante todo el año pasado, con ese equipo maravilloso que forma la gente que trabaja en el teatro Galileo. Ojalá esta nueva etapa sea aún mejor que la anterior: Dimitri está esperándola con mucha ilusión porque lleva cuatro meses sin bajar de la escarpia en la que está colgado. Tendré que compaginar ambos escenarios y dos papeles muy distintos: en uno seré Carlos Bermúdez, un cretino sin escrúpulos capaz de organizar cenas de idiotas. En otro, Juan Solo, un ser peculiar que narra sus historias a todos los que quieran acercarse a escucharle.
Los martes y los miércoles tendré que mostrarme sumamente despreciable para que mi compañero, Agustín Jiménez, ponga el contrapunto humano de la función y brille en todo su esplendor (que es mucho, gracias a su enorme talento).
Los sábados, en el Galileo, trataré de hacer reír al público contándoles esas cosas que pasan por mi cabeza o suceden en mi vida y que me convierten en alguien único e interesante, exactamente como cualquier otra persona de este mundo.
Ya sea en un lugar o en el otro, espero que nos encontremos. Y si es en ambos, mejor.
Actuar es mi vida.
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